Translate

Espacio Historia del Arte

Blog Educativo (Formación + Investigación): Conocer para valorar

viernes, 4 de diciembre de 2015

Volver a escribir, después de un tiempo de ausencia - El retrato de Jovellanos


Cuando abandoné la casa Batlló, sabía firmemente, que había puesto el listón muy alto. ¿Y ahora qué? Si tenía miles de obras artísticas, esperando por mí, o por alguien que las rescatara del olvido; no era precisamente una tarea fácil, tomar una decisión incuestionable; que me dejara libre, ese camino a seguir, después de una contienda estética. Que nadie crea: que yo estuve viajando por todo el planeta, buscando tesoros extraordinarios, durante este verano pasado. Mi ausencia ha tenido otros motivos. No hay que llevarse por los rumores, de aquellas criaturas imaginativas, que al ver fotografías de monumentos, vuelan con sus fantasías, más allá de la realidad del presente. Por supuesto, que me hubiera gustado aventurarme, en una expedición singular; como haría cualquier otro historiador; en un lugar, donde yo pudiera perderme (metafóricamente); abriéndome paso, con un machete en la mano; cortando la maleza de una selva profunda; averiguando el rastro de una intuición poderosa; gracias al olfato de Paddy; para poder descubrir las ruinas de una civilización extraviada; la cual jamás ha sido vista. Y por lo tanto: no aparece en las enciclopedias convencionales.


En realidad, estuve entretenido en varios asuntos domésticos, en la estación estival. Y luego, en los meses siguientes, me embarqué en unas actividades formativas (propias del profesorado); que nos prepara sólidamente, contra las batallas educativas. A pesar de los pesares, he tenido que acordar unos momentos libres, en los cuales revisaba, todas las entradas de mi blog educativo, con el objetivo de: mejorar y actualizar mis publicaciones anteriores. Desde la primera entrada, hasta la última. Por ello, mis lectoras y lectores tendrán que leer (nuevamente) mis artículos, porque existen pequeñas sorpresas, en sus contenidos. También, he facilitado una mejor localización de la etiquetas de mis archivos; renombrando algunas de ellas. Así están ordenadas alfabéticamente, con palabras claves y títulos más significativos. Estas labores han sido posibles, con el uso de la máquina del tiempo. Un truco técnico muy ventajoso, que está detrás de la simple apariencia.

Me pareció recomendable: hacer un alto en el camino. Realicé una reflexión general. Me senté en un sitio cómodo, fuera del ruido y de la distracción. Me encerré con llave en mi cuarto de estudio, y valoré: ¿Qué cosas hice en el pasado? ¿Y qué puedo hacer hoy en día? Pues no quisiera repetir ciertos temas; pero siempre aparecerá alguien, que me tirará de la lengua. Esta variable habrá que tenerla prevista, y resuelta, con su contestación contundente. Ya que algunas personas, todo lo quieren saber de repente. Y no podemos ofrecer un remedio precipitadamente. No será por no tenerlo, sino porque no conviene; ni al sistema impuesto, ni a nosotros mismos. Cuando tengan necesidad o curiosidad, vendrán a nosotros; puesto que guardamos cautelosamente, esas llaves de la máquina del tiempo. Si ellas tuvieran nuestros dispositivos de apertura, no sabrían utilizarlos. Y un listillo sería tonto de remate, si copiara una respuesta superficial, en algún rincón oscuro de Internet.


¿Y qué podría hacer este individuo frívolo? ¿Vivir en la completa ignorancia, o caer en manos del especialista de turno? Sabiendo que él y el otro persiguen intereses personales, muchas veces contradictorios. Deducimos de esta situación: que la búsqueda de la verdad será desinterasada. Pues el interés por saber, puede comprometernos con una causa. El hecho de saber por conocer, nos liberará del egoísmo humano. Sin embargo, saber algo para competir, nos destruiría, a medida que avanzáramos en esa dirección equivocada. Porque la verdad, por muy inofensiva que nos parezca, tendrá sus consecuencias… Lo mismo que una falacia. Así que me atrevo a preguntaros: ¿Estaríamos dispuestos a recibir la verdad, si estuviera encerrada en un cofre, sin haberla visto antes? Hay que tener en cuenta el refrán: “Ojos que no ven, corazón que no siente”.


Francisco de Goya: Retrato de don Gaspar Melchor de Jovellanos. 1798. Óleo sobre lienzo, 205 x 133 cm. Museo del Prado (Madrid).

El cuadro de Jovellanos (1744-1811), uno de los mejores retratos que pintó Goya (1746-1828), todavía sigue siendo un misterio. ¿En qué estaba pensando “El Ministro”? Pues así lo denominaba el artista, a su apreciado amigo ilustre. Por cierto, que la admiración era recíproca. La cordialidad entre ambos era manifiesta. A pesar de las opiniones controvertidas acerca de este mandatario. No dejará de sorprendernos, la nobleza del rostro, su perfecto acabado, de pincelada suave; en contraste con el vestuario y los elementos decorativos; con una pasta pictórica algo más densa. El personaje está sentado al lado de una mesa; inclinado y apoyado sobre la mejilla izquierda. Se atreve a mirarnos, como si estuviera encantado, escuchando una conversación. En la mano derecha vemos un papel doblado a la mitad, y abierto. En un borde se puede leer, utilizando una lupa: “JOVELLANOS POR GOYA”. Se considera con probabilidad, que este lienzo se pintó en Aranjuez, en abril de 1798. Siendo en ese momento, el ministro de Gracia y Justicia. Cargo que aceptó el 10 de noviembre de 1797, y que cesaría el 16 de agosto de 1798. Su actitud pensativa ha sido identificada por algunos autores, con la representación o símbolo de la Melancolía. Y se resalta su carácter de intelectual, acompañado por una escultura de bronce de Minerva; deidad que preside la Sabiduría y las Artes. En el escudo de la figura, aparecen las armas del Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía; que había sido promovido por este consejero, escritor y poeta.


La obra pictórica ha sido relacionada con el grabado 43, o El sueño de la razón produce monstruos (1797-1798), publicado en Los Caprichos (1799). Una colección de ochenta estampas, con asuntos caprichosos y satíricos; realizados mediante una técnica mixta de aguafuerte, aguatinta y correcciones de punta seca. Aunque este grabado aludido sería una pesadilla que atormenta al artista, abatido sobre una mesa, en dirección contraria al cuadro anterior. La diferencia es tan grave, como la noche y el día. En fin, ¿quién puede ofrecer más interpretaciones?


Un turista fotografiando el cuadro de La maja vestida. Goya sigue hechizando a los admiradores de sus obras. ¿Qué tiene la pintura de Goya que no pasa de moda?

Referencias bibliográficas:

ARAUJO SÁNCHEZ, Ceferino: Goya y su época – Las artes al principiar el siglo XIX, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2005.

ARIAS ANGLÉS, Enrique: Goya, Editorial Debate, Madrid, 1996.

BOZAL, Valeriano: Goya, Alianza, Madrid, 1996.

CARRETE PARRONDO, Juan: Goya – Estampas – Grabado y litografía, Electa, Barcelona, 2007.

GLENDINNING, Nigel: Arte, ideología y originalidad en la obra de Goya (trad. Marta García Gato), Ediciones de la Universidad de Salamanca, 2007.

VVAA: Museo del Prado – Catálogo de Pinturas, Ediciones El Viso, Madrid, 1996.

lunes, 1 de junio de 2015

Casa Batlló (1904-0906) - La guarida del dragón


La célebre casa Batlló está situada en el Paseo de Gracia (Passeig de Gràcia), número 43, en Barcelona. Es un edificio de varias plantas; compuesto por unos pisos de lujo; los cuales han pasado por diversos propietarios, a lo largo de su historia. En su origen, esta obra arquitectónica fue construida entre 1875-1877, siguiendo un diseño convencional, del arquitecto Emilio Sala Cortés (1841-1920). Nadie sospecharía en aquel momento, lo que depararía el futuro a esta edificación. Hasta que en 1903, este bloque de viviendas fue comprado por Josep Batlló i Casanovas (†1934); un rico empresario de fábricas textiles. El nuevo dueño encargó la reforma de la casa, al genial Antoni Gaudí i Cornet (1852-1926). El arquitecto catalán más representativo del modernismo español, quien llevaría a cabo una remodelación completa (en varias fases), desde el sótano hasta la cubierta; con todos los elementos complementarios; tanto internos como externos; durante 1904 y 1906.

Existen dos niveles en el subsuelo. En el nivel de la calle está la planta cero. Encima, la planta noble o el piso 1; la residencia Batlló (originariamente). Luego se superponen una serie de pisos, manteniéndose el esquema planimétrico de Sala; aunque Gaudí inventaría la planta 5; para destinarla al personal de servicio. La fachada que se muestra a la calle, la más asombrosa, sin lugar a dudas, es el único paradigma de toda la Historia de la Arquitectura. Es por esto, por lo que ha concentrado siempre, la atención de todos los especialistas en la materia artística. Siendo una obra capital en cualquier prueba académica; por la variedad de sus detalles, y la propia concepción creativa de Gaudí. Un reflejo de su gran fantasía, y de su maestría artesanal; en la minuciosidad de la decoración. La plasticidad de la composición rompió con los prototipos tradicionales, de las modas historicistas. Las formas naturales y orgánicas de la estructura, no son un mero ornato sobrepuesto. La casa Batlló no parece una obra arquitectónica, a simple vista. La vivienda se ha convertido en una forma escultórica. Algo extraordinario que asombró al público de la época, y que sigue impresionando, a todos los turistas que visitan esta construcción imaginativa.




¿Qué hacen esos antifaces en los balcones? ¿Por qué el tejado tiene forma de espinazo de un saurio? ¿Cuántas veces la gente se lo pregunta? Mientras los expertos discutimos la hipótesis del animal prehistórico; o seguimos el camino de la conjetura del dragón; cada persona podrá ver lo que quiera. Lo que sí está claro: que esta casa no deja indiferente a nadie. Normalmente, nos atrae su característica singularidad. El paramento se alterna de piedra natural (arenisca gris), seguida por piezas de cerámica de diversos colores. Así Gaudí se diferencia de lo que hacían otros arquitectos del modernismo. Véase la amplia galería de la planta noble. También, la entrada con los seis puntales de piedra, unidos entre sí, por cinco arcos. Estos soportes parecen las patas de un paquidermo. La articulación volumétrica es cóncava y convexa, y nos trae a la mente unas formas óseas. En contraste, si observamos el muro exterior de los pisos más altos, descubriremos una policromía refulgente, por el revestimiento de la cerámica vidriada; con un color principal de azul verdoso; cuyo matiz varía, a medida que transcurren las horas y las luces solares del día.

Las desconcertantes aberturas de la tribuna, en la planta noble, con sus vidrieras polícromas, pueden evocar las fauces abiertas de un animal prehistórico, o las alas desplegadas de un murciélago. Asimismo en el interior del edificio prevalecen las formas redondeadas; tanto en las puertas como las ventanas. Unas creaciones originales; productos de la exuberante imaginación de Gaudí. Precisamente, en la vista que da a la calle, sobresale una torreta cilíndrica; inscrita en la parte superior de la fachada; y que oculta una escalera de caracol. El aspecto bulboso del coronamiento recuerda una cabeza de ajo, terminada en una cruz de cuatro brazos; la cual ha sido interpretada como la empuñadura del arma de San Jorge, clavada en el dragón. Hay que tener en cuenta: que el arquitecto era un católico muy devoto. Por ello colocó unos anagramas religiosos. Una manera de bendecir su propia obra; formando parte de la decoración exterior; combinando los discos y los fragmentos cerámicos.



El inmueble se remata con una cubierta insólita; la cual nos recuerda la espina dorsal de un saurio; en tanto que las chimeneas de la techumbre, después de los áticos, se igualan a una cresta de ola; o una reunión de inquietantes criaturas. El tejado está formado por tejas japonesas (escamas) de cerámica vidriada; las cuales oscilan entre los colores: ocre, azul y verde. Todo un abanico de efectos, que pretenden materializar su fuente de inspiración. Merecidamente ha sido y seguirá siendo: uno de los edificios más emblemáticos de la Historia del Arte; muy admirado y fotografiado por millones de entusiastas; alcanzando la cima de la popularidad. Al mismo tiempo que nos sugiere nuevas ideas, y nuevos afanes por recrear esta edificación modernista, en un ser especial, de una animación virtual. Su poder de fascinación no conoce los límites de la mente.


Detalle de la escalera principal. Los pasamanos y las paredes de apariencia sinuosa y orgánica. Algo similar al interior del intestino, de un animal gigantesco.


Techo del descanso de la escalera. Justo antes de la entrada a la sala noble. Una espiral que retuerce la cubierta. Y una lámpara que parece un girasol.


Interior de la planta 1. Piso noble. Sala de la residencia Batlló. La luz que entra por las vidrieras produce unos efectos coloreados, muy apreciados por los fotógrafos.


Fotograma de una animación virtual. Muchos artistas se han inspirado en esta obra arquitectónica, para realizar otras creaciones; experimentando con su encanto mágico.

lunes, 16 de marzo de 2015

V Aniversario de Espacio Historia del Arte (EHA) - Algunas preguntas relativas al Arte


Hoy es un día especial. Estoy celebrando el V Aniversario de Espacio Historia del Arte (EHA). Mi blog nació el 16 de marzo de 2010. Desde esa fecha fundacional se ha mantenido en acción, dentro de la tormentosa dimensión de Internet; luchando contra viento y marea. He tenido la suerte de vencer a los pájaros de mal agüero; los cuales sobrevolaban el mundo de Blogger, lanzando vaticinios nefastos, en los que aseguraban: que cualquier blog no superaría los 3 años de existencia. Se puede comprobar que mi espacio ha trastocado las predicciones espantosas. Yo he sido el primer sorprendido. Jamás pensé que mi criatura virtual llegara tan lejos, en su trayectoria agridulce. Pues todo no ha sido un camino de rosas. Ciertos obstáculos he tenido que sortear. Enfrentándome a configuraciones técnicas, y a unos individuos pintorescos. En mi galería de los horrores, he colocado a los espías internacionales, nacionales, autonómicos y municipales. También a los chismosos y curiosos, que pretendían tirarme de la lengua, o se aferraban a la manta eléctrica.

Todavía recuerdo las consecuencias de mi anterior aniversario. Aunque no tengo nada de lo que deba arrepentirme. Al contrario, me alegro de haber echado fuera, lo que nunca se había escrito, sin tapujos. Por una parte, me encontré a un grupo desesperado. Que deseaba ansiosamente: conocer toda la verdad acerca de aquel tema polémico. Y en otra dirección, se me venía encima, otro grupo destacado; el cual no estaba tan preocupado, por lo que yo pudiera contar, sino por aquellos detalles escabrosos, que perturbasen la rutinaria vida de la Villa. Puesto que esencialmente preferían, que la mayoría de las villeras y de los villeros, vivieran en la ignorancia; o peor aún, malvivir en una costumbre insana; en una mentira piadosa. La cual ha sido impuesta por los enemigos de nuestra historia local. Algunos foráneos que no han sido capaces de reconocer sus propios errores. Los cuales nos han perjudicado gravemente, durante los últimos siglos. Y no me asombra en absoluto, esta situación repetitiva; ya que el Anticristo pactó con un clérigo dulzón; en un pasado no muy lejano; mediante una alianza perversa. Así el religioso vendió su alma al Maligno, por unas puertas y unas ventanas de aluminio. Y ambos inclinaron sus cabezas, en el sótano de San Juan. Una parábola de la desvergüenza del contubernio. Y con ella, la confusión persistirá en la Villa; por culpa de los aduladores y de los siervos; quienes engrandecen a sus señores.

Rincón de la plaza de la Villa de La Victoria de Acentejo.


Me viene como anillo al dedo, una cita de la Biblia. En concreto, un pasaje paulino: “Que nadie en modo alguno os engañe, porque antes ha de venir la apostasía y ha de manifestarse el hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición, que se opone y se alza contra todo lo que se dice Dios o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y proclamarse dios a sí mismo” [ II Tes 2, 3-4 ]. Espero que alguien no interprete mal estas palabras. Una cosa inevitable. No estoy secuestrado por una secta cristiana evangélica. Es que yo conozco la Biblia de punta a cabo, desde que era un niño. Sin embargo, que nadie se descomponga. No quiero marearles la cabeza, con frases escritas en clave, ni con mi sentido del humor metafórico. Ya no volveré a ocuparme de los personajes de la comedia villera. Pues no merecen vuestra atención, ni tampoco la mía. Ni siquiera una letra más. Por lo cual, me dedicaré a la materia artística, que fundamenta el sentido de este blog educativo. Gracias a mi desvelo por el Arte, he podido sobrellevar tantas vicisitudes.

¿Qué es el Arte y cuál es su función a lo largo de la Historia? ¿Necesidad o capricho? ¿Historia del Arte, o Historia del Gusto de la Universidad? ¿Todo el Arte, o una época concreta? ¿Quién determina lo que es Arte? ¿Y lo que no puede ser Arte? Seguramente habré sacudido alguna mente retorcida, con estas cuestiones venenosas. ¿Vamos a dudar del sistema académico? Por supuesto. Si no es bueno, habrá que cambiarlo. Si es necesario: derribaremos ese edificio odioso, y levantaremos otro nuevo, en el mismo lugar. Y ahora deseo que contemples estos cuadros. La observación directa de una obra de Arte; independientemente del material y de la técnica empleada; constituye una experiencia inolvidable, en el interior de una persona sensible, abierta al conocimiento del objeto artístico, y que no se cierra, ante una novedad. ¿Qué buscan los visitantes en una exposición? ¿Algo raro o extravagante? ¿Una cosa barata? ¿Un florero decorativo para el apartamento? Por lógica, cada espectador tendrá un motivo diferente o parecido, a la hora de acercarse al Arte; elaborado por los artistas.


¿Qué impulsa al arquitecto, al escultor y al pintor? ¿La Fama, el dinero, romper con lo anterior, superar a la competencia? ¿La intención del artista llegará a sintonizar con el público? ¿El mensaje artístico entrará en el canal adecuado? ¿El contenido será descifrado por los espectadores? Estas preguntas son las incógnitas de la tarea, para la próxima semana. Vosotros buscaréis las respuestas oportunas. Yo no voy a ponerlo todo hecho, en una bandeja de plata. Y tú no me mires con esa cara de susto. Si no te agrada esta asignatura, te recomiendo la clase de Dibujo Artístico. Allí podrás dibujar 3 peras, o 3 pepinos. Utiliza las neuronas de tu cerebro, de vez en cuando. Estudia e investiga, mueve el esqueleto. Ya está bien de estar sentado, pellizcando ese móvil, viendo esas boberías. A continuación os mostraré 2 cuadros sugerentes; los cuales no he seleccionado al azar. Tendréis que indagar en el “fondo” de los mismos. Me interesa más lo que no se ve, que los elementos visibles. Aunque estos últimos nos conducirán a los primeros. ¿Ha quedado claro? Quiero leer un comentario sensato sobre estas obras pictóricas.


Caspar David Friedrich: En el barco de vela. 1818-1819. Óleo sobre lienzo, 71 x 56 cm. Museo del Hermitage, San Petersburgo (Rusia).

¿Qué están mirando los personajes de la proa del velero? De todas las explicaciones existentes, señala la más próxima a tu opinión. Refuerza tu comentario con algún indicio o detalle, que puedas apuntar en esa dirección teórica. Especificar alguna ideología política, filosófica o religiosa, de esa época; que nos ayude a entender el cuadro.


René Magritte: El hijo del hombre. 1964. Óleo sobre lienzo, 116 x 89 cm. Colección Privada.

¿Qué hace esa manzana flotando delante de la cara de ese hombre? ¿Quién es ese individuo? ¿Cuántas consideraciones se han hecho? Localiza una explicación realizada por el propio autor de la obra. Indícame la fuente consultada.

Nota: Si alguien está interesado en completar el tema subyacente, podrá informarse a través de estos artículos míos. Aquí os dejo 2 enlaces de unas entradas importantes:

1) IV Aniversario de Espacio Historia del Arte (21/03/2014).

2) ¿Cómo investigar y no morir en el intento? (07/08/2014).